sábado, 31 de octubre de 2009

VISION PROSPECTIVA DE LA EDUCACION



Nos parece que la mejor visión prospectiva de la Educación está contenida en las propuestas del llamado Informe Delors “La Educación encierra un tesoro”, resultado de los trabajos de la Comisión Internacional sobre la Educación para el siglo XXI, creada por la UNESCO a principios de 1993. Tales propuestas están animando el debate contemporáneo en el campo educativo, en la perspectiva del nuevo siglo, que ya alborea.
De una manera muy general, el informe considera que las necesidades de la educación para el próximo siglo deberían satisfacer los objetivos siguientes: aprender a vivir juntos, aprender a lo largo de la vida, aprender a enfrentar una variedad de situaciones y que cada quien aprenda a entender su propia personalidad.
El Informe sostiene que el fenómeno de la globalización es hoy día el más importante, el más dominante y el que, de un modo u otro, más influye en la vida diaria de las personas. La primera conclusión de la Comisión es que la educación debe enseñarnos a vivir juntos en la “aldea planetaria” y a desear esa convivencia, como parte de una Cultura de Paz. Teniendo esto en mente, la Comisión identificó algunas “opciones provocativas” para el siglo XXI, partiendo del concepto que sirve en base a todo el Informe: la educación permanente. Mediante la educación permanente el ciudadano del siglo XXI deberá sentirse, a la vez, ciudadano del mundo y ciudadano de su propio país, conciliando lo universal con lo local.
Según la Comisión, otros de los grandes retos de la educación del próximo siglo será hacer realidad el paso de un paradigma de desarrollo económico a otro de desarrollo humano y sustentable; la revitalización de la democracia participativa y el respeto a los derechos humanos.
Desde el punto de vista pedagógico, será preciso introducir métodos de enseñanza que enfaticen sobre la adquisición de hábitos de estudio e investigación individual, así como de juicio crítico, de suerte de propiciar el aprendizaje de por vida, que es la educación permanente. Las modernas tecnologías de la información deberán incorporarse plenamente al proceso educativo, en todos sus niveles y modalidades. El ser humano deberá aprender durante toda su vida y aprender tanto a través de la educación formal como de lo no formal y la informal de los medios masivos de comunicación.
Los cuatro pilares de la educación, según el Informe, son: aprender a saber, aprender a hacer, aprender a ser, aprender a convivir. Y tres las dimensiones de la educación: la dimensión ética y cultural; la dimensión científica y tecnológica y la dimensión social y económica.
Antes que finalice el presente siglo, afirma el informe, el énfasis deberá ponerse sobre la Educación Básica, ante el hecho real de que la humanidad doblará la esquina del nuevo siglo arrastrando el pesado fardo de 900 millones de analfabetas. En el siglo XXI, la Educación Media, deberá merecer una renovada atención, aplicando a ella conceptos de equidad e igualdad de oportunidades. Es en este nivel donde los jóvenes deberán adquirir conciencia de sus carencias y debilidades para que se dispongan a aprender lo que requieren para actuar como ciudadanos participativos y sujetos productivos. La Educación Superior deberá organizarse como un subsistema que incluya a las Universidades y otras modalidades de Educación Superior no-universitaria, que proporcionen salida laborales y estén académicamente interconectadas con las las carreras propiamente universitarias.
Quizás sea oportuno reproducir aquí algunas de las conclusiones claves del Informe, que contienen también importantes advertencias y nos dan la visión general del Informe sobre la educación para el próximo siglo:
. “La política de educación debe diversificarse suficientemente y concebirse de modo que no constituya un factor adicional de exclusión”.
. “La educación no puede resolver por sí sola los problemas que plantea la ruptura (allí donde se da) del vínculo social. De ella cabe esperar, no obstante, que contribuya a desarrollar la voluntad de vivir juntos, factor básico de la cohesión social y de la identidad nacional.
. “El concepto de educación a lo largo de la vida es la llave para entrar en el siglo XXI. Ese concepto va más allá de la distinción tradicional entre educación primera y educación permanente y coincide con otra noción formulada a menudo: la de sociedad educativa en la que todo puede ser ocasión para aprender y desarrollar las capacidades del individuo.
. “Las opciones educativas son opciones de sociedad”. Como tales, exigen en todos los países un amplio debate público, basado en la exacta evaluación de los sistemas educativos, a fin de alcanzar un consenso educativo nacional.



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